En el día 17 de noviembre del corriente sucedió uno de los eventos mas importantes en mi vida de rock & roll. Ese día volvió el Galera, una vez más, a la República Argentina.
En la previa estuve con mi gran amigo God of Rock (Dicho sea de paso, no avalen las reventas. Son todos unos ladrones). En el auto fuimos escuchando los últimos discos del Peludo. Escuchamos canciones que seguramente iría a tocar luego en el estadio Malvinas Argentinas. Halo, Back from Cali, Ghost, You're a Lie, entre otras. También acompañamos el momento con una bolsita de maní y unas frescas para ir entrando en calor para semejante concierto. Sabía que en la previa estaría Zakk Wylde con Black Label Society y que me iba a deleitar.
Camino al estadio, mientras me mensajeaba con mi gordita, veo a la torre de Brancaleone (Chelo), acompañado por Juan y el Dogo (guitarrista y bajista de Branca también). Nos dimos un fuerte abrazo y conectamos emociones.
El ambiente estaba especial, corría cierto viento y la gente se iba acercando al lugar. Todos vestían remeras de los artistas, en su mayoría se vieron del ex-guitarrista de Guns n' Roses. Los guardias de seguridad estaban alerta. Palpaban y revisaban. Aunque casi siempre noto que cualquiera podría llegar a entrar armado.
Llegando al estadio, puedo escuchar las guitarras de Black Label Society al mando de Zakk. En un principio decido quedarme mas retrasado entre el público. Disfrutar de un buen cigarrillo, pedir una coca cola y apreciar la música. Luego de una gran presentación de la banda que abría el camino para el show principal, comienzo a ganar terreno para llegar lo mas cerca del escenario posible.
Fue un recital realmente asombroso. Sembrando rock en nuestras venas. Ya se había acabado todo y era momento de analizar el solo que hizo en el show. Lo conectó con Anastasia. Me voló las ideas.
En un breve resumen, quería agradecerle a Saul Hudson a.k.a. "Slash" por dejar todo en el estadio Malvinas Argentinas.
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